He gastado el pasado fin de semana en Mérida. Además de redescubrir una preciosa ciudad a la que no volvía desde hace una década he asistido -como oyente atípico, pues uno de joven sólo le queda ya el espíritu- al X Encuentro Nacional del Foro Familiar, organizado por ADEFAM, la patronal de las empresas familiares. Vamos, he compartido charlas, comida, copas y buenos momentos con los cachorros de un montón de empresas españolas y con ponentes de reconocido prestigio. Ha sido una interesante experiencia. He palpado realismo, ganas por hacer las cosas bien pero también miedo ante el panorama actual (¿quién no lo tiene?), incluso complejo de culpa cuando Antonio Garrigues, que cerró el acto, les leyó la cartilla en público: “ni sabemos idiomas, ni utilizamos la tecnología en todo su potencial. Además somos localistas, buscamos el confort… Y esto está reñido con la competitividad”.
Antes había inaugurado el congreso Ignacio Osborne, consejero delegado de la firma que lleva su apellido, con una charla muy motivadora en la que puso el acento en lo clave que es la educación primaria y secundaria para los jóvenes empresarios. También sacó el tema de la ética: “Nadie se arruina por ganar demasiado poco”.
Una mesa redonda moderada por el presidente de la federación andaluza de Adefam, Mario Carranza, con el título de “Jóvenes, aprendizaje, adaptación y futuro” contó con la participación de Miguel Angel Leal (Cristian Lay) y Daniela Simoes (luis Simoes). En ella se habló de la importancia de un equipo de gestión sólido para integrar a las nuevas generaciones. A la hora de la comida, el presidente de la junta extremeña, José Antonio Monago, aleccionó a los jóvenes empresarios en el difícil reto de generar empleo y riqueza.
La sesión de tarde contó un panel de lujo. De entrada, los deportistas Manolo Sanchís y Antonio Martín, hablaron de la fuerza de la manada, el papel clave de los líderes -los hombres pegamento-, de la importancia del grupo. La charla estuvo plagada de anécdotas sacadas del vestuario del Real Madrid, con la dosis de morbo que esto supone.
Motivadora fue la charla de Nuria Vilanova, fundadora de Inforpress, sobre liderazgo. Mensajes como que “hay que perder el miedo a emprender”, “los mejores embajadores de la empresa son los empleados” u “obsesión, ambición y pasión” como cualidades del líder abundaron en la ponencia. Inforpress es todo un ejemplo de como reinventarse y tirar para adelante en situaciones de crisis como la que estamos viviendo y que les permite seguir creciendo dentro y fuera de España.
Cerró el encuentro Antonio Garrigues. Al principio sacó el zurrapelotas: “un joven que no hable inglés y maneje la tecnología no existe a nivel empresarial. Tenemos que reaccionar, huir del confort familiar y de la resistencia al cambio” afirmó Garrigues. “Europa se ha hecho vieja y España aún más. Tenemos que rejuvenecer todo y meter más ética en nuestro estilo de vida. Es lo único que genera crecimiento sostenible”.
Después cena en el anfiteatro romano, copas y mucho networking. En definitiva un fin de semana interesante y provechoso.