Acabo de venir de unas minivacaciones de Semana Santa en el sur de Francia, en el alto pirineo en búsqueda de las últimas nieves de la temporada. Todo perfecto… salvo el tema de conectarse a Internet. Debido a pasadas experiencias por medio mundo, me las prometía muy felices en la búsqueda y captura de WiFis abiertas o en su caso de cibercafés. Nada. No sé si será el carácter de los franceses o la cultura de que hoy todo el mundo tiene Internet, pero lo cierto es que encontrar un cibercafe desde Lourdes a Toulouse es una tarea harto difícil.
Después de preguntar a un amigo el consejo que me dio fue o que me sacase un bono de 10 horas Wifi de Orange -hay hotspots de este proveedor francés por todos lados- por 15 euros o que me comprase una tarjeta prepago 3G al competidor, a SFR, por 29 euros con un montón de horas de conexión… Al final esto fue lo que hice.
Eso sí, en mi comparativa de ofertas de conexión se me pusieron los dientes largos al ver cómo los franceses disfrutan de un ADSL más rápido y mejor que el nuestro, con un montón de pluses adicionales como televisión por cable, barra libre de teléfono fijo, acceso WiFi a traves de decenas de miles de hotspots de sus operadoras o extensiones 3G por lo que a nosotros nos cuesta un ADSL básico. En fin, lo dicho, si vas a Francia a pasar una temporada abónate a Orange o a SFR o plantéate una desintoxicación on-line.