Ni soy técnico ni lo intento. Llevo muchos, muchos años trabajando en entornos Windows hasta que hace un año decidí probar el otro lado, el mundo Mac, y la verdad que -salvo el choque con algunas aplicaciones imprescindibles para mí en el ámbito de la gestión o el problemático gestor de publicidad Double Click que sólo opera, (manda narices siendo de Google) en Internet Explorer- la experiencia ha sido muy buena. Y aún así, ventajas de la virtualización, con abrir una ventana con Windows XP problema solucionado.
Esto no ha sido óbice para que el mismísimo 22 de octubre pidiese al jefe del laboratorio de MuyComputer , Tomás Cabacas, una máquina potente y a estrenar gobernada por Windows 7 para trastear un poquito. Tomás me prestó el Acer Aspire Timeline 1820PT (podéis ver el análisis del producto aquí), un curioso Tablet PC de bajo coste con el que este fabricante aspira conquistar un mercado hasta ahora maldito, por mucho que Bill Gates vaticinase hace cinco años que para finales de década la mayoría de ordenadores serían táctiles.
Vamos doblete. Por un lado, con este juguetito de 600 euros y un 1,7 kilos de peso estoy descubriendo las mejoras del nuevo Windows y por otro, tres años después de mi primera experiencia en serio, vuelvo a tocar un tablet, ahora que dicen que esta vez sí, que van a conquistar el mercado. Desde luego con propuestas como la de Acer van por buen camino, sobre todo desde el prisma del precio.
Eso sí, a pesar de contar con aplicaciones específicas como el gestor multimedia TouchSmart o el notepad para introducir notas a mano, la clave para el despegue de esta generación de portátiles está en el software. Pagar el sobreprecio, cada vez más corto, para un par de funcionalidades extra no tiene sentido. Hace falta aplicativos específicos que aumenten la productividad al interactuar con las manos. Y el cambio cultural del usuario: darse cuenta de que hay vida más allá del ratón.
En este sentido, además de las mejoras clave en la experiencia de usuario que aporta Windows 7 como la interpretación de gestos, es estratégico la implantación de los smartphones tactiles tipo el iPhone, que están cambiando la cultura tecnológica de los usuarios. Si los usuarios usan habitualmente telefónos inteligentes con los deditos, empiezan a estar preparados a manejar sus portátiles de forma manual. Editar fotografías, moverse por menús, chatear, jugar al ajedrez o manejar una calculadora son cosas obvias que con buenos aplicativos se pueden hacer ya con un Tablet.
En fin, que con propuestas como las de Acer a precios de portátiles de gama baja, con el cambio de cultura que nos aporta la nueva generación de teléfonos móviles y con la conectividad móvil a precios cada vez más competitivos, la explosión de los Tablet está más cerca que nunca. Si los fabricantes echan el resto y empiezan a llegar al mercado killer aplications, 2010 será el año de los Tablets PCs. Al tiempo.