“Más ordenad0res y menos ladrillos” es el slogan populista con el que Zapatero ha calentado este domingo a 20.000 socialistas en la plaza de Vistalegre (Madrid) con motivo de la campaña de las elecciones europeas. Me parece acertado, aunque hay que ver de qué forma y cómo se materializa esta consigna. Desde luego, su gobierno tiene mucho que decir -y ejecutar- para llevar a cabo esta reconversión mental y laboral de la población española. Y por supuesto, comenzar por abajo, por los chavales.
El grueso del debate sobre la educación de nuestros hijos recae hoy en el tema del uso (o para algunos abuso) de las lenguas autóctonas y un poquito en el inglés, pero casi se obvia la integración de las nuevas tecnologías en el día a día escolar. Tengo la suerte de llevar a mis hijos a una escuela donde hay un programa piloto en este terreno y la experiencia es fantástica. Con una inversión mínima (lo que supone hoy adquirir una pizarra digital -vale incluso un proyector de menos de 600 euros- y tres o cuatro portátiles por aula) se puede amplificar al máximo la educación siempre que el profesor crea y sepa utilizar las herramientas informáticas. Además de hacer powerpoints y a usar a diario la Wikipedia nuestros hijos aprenderían hábitos de ciudadanos digitales (comportamiento en redes sociales, uso inteligente del correo, navegación responsable…).
En fin, que el más ordenadores y menos ladrillos para que sea rentable en esta sociedad actual empieza y a fondo por la escuela. A ver si nos lo tomamos en serio, de verdad, educando inicialmente al educador. Y las plataformas libres, con Linux a la cabeza, son una buena y económica alternativa para construir ese sistema educativo basado en lo digital. Aunque el gobierno por ahora pase de todo lo que huela al pingüino.