Estamos a mediados de abril y es momento de ver los resultados del primer trimestre, algo obligado en el país de dólar y que es todo un pulso para ver cómo marcha la economía global. Por ahora, nada que no sepamos (caídas espectaculares, pérdidas, despidos….), excepto dos sorpresas que dan y mucho que pensar. Las caídas importantes en ingresos y beneficios de las dos referencias -con permiso de Microsoft que seguro que también está en esta senda a la baja- en el mercado tecnológico. Hablamos de Intel y Google.
Ayer presentó resultados Intel, uno de los últimos bastiones de la rentabilidad en el terreno del hardware. Y no fueron buenos a pesar de que se están hinchando a vender Atom que equipan la mayoría de los populares netbooks y del que esperan colocar 35 millones de unidades este ejercicio. El beneficio ha caído un 55%, hasta los 647 millones mientras que las ventas mientras que los ingresos fueron de 7.145 millones de dólares, un 26% menos. La ralentización del consumo y la caída de precios, más que la competencia de una debilitadísima AMD, los grandes culpables.Más sorprendente aún son los resultados de Google, no por la caída que es ínfima (un 3%), si no porque es la primera vez en sus diez años de historia que no ha crecido frente al trimestre anterior. Aún así, sus beneficios fueron de 1.400 millones de dólares para el primer trimestre del año, cosa que no está nada mal. Además, las espectactivas que tienen con Android son muy grandes, según el CEO de la compañía.
En fin, que ahora que se habla de síntomas positivos en la economía contagiados por el “efecto Obama”, la entrada de Google e Intel en el tobogán de los resultados da una idea de que esto es serio.