Desde hoy ya no se puede comprar una caja con Windows XP en las tiendas, algo que ha motivado mucho ruido entre una comunidad de usuarios, amantes de la robustez y simpleza de XP Professional que se rebelan a usar Windows Vista en sus máquinas. El único camino que les queda, sin entrar en ilegalidades, es comprar Windows Vista y después realizar un downgrading o actualización a la inversa, algo que ya ofrece Dell a sus clientes díscolos.
Desde que se lanzara el 25 de octubre de 2001, Windows XP ha gobernado cientos de millones de PCs de todo el mundo. En sus inicios sufrió el mismo proceso que Vista: un rechazo de los usuarios expertos, poco proclives a la migración desde su estable Windows 2000. Pero desde la introducción de los numerosos Service Pack (el último, el 3, el pasado 29 de abril) que mejoraban los agujeros negros de seguridad e incluían gota a gota mejoras, Windows XP se ganó la confianza de los usuarios expertos y los administradores de sistemas, que buscaban compatibilidad sin problemas. Precisamente, este es uno de los puntos más criticados en Vista, además del consumo de recursos: la incompatibilidad con numerosos periféricos “añejos”.
Eso sí, la protesta global y creciente de usuarios y empresas que no están dispuestas a migrar por ahora a Vista ha servido para que Microsoft cambie sus planes de jubilar totalmente a XP. Así, la compañía de Seatlle se ha comprometido a mantener el soporte técnico hasta 2014, fecha más que suficiente para mandar al cementerio del hardware al parque actual de ordenadores.
Además, los muy nostálgicos podrán seguir usando XP siempre que adquieran algún netbook, esos pequeños ordenadores ultraportátiles que se están poniendo de moda entre los usuarios avanzados. Y es que Microsoft, con tal de parar el crecimiento de Linux, el sistema operativo que calzan de serie la primera generación de estos UMPCs, hace lo que sea, casi hasta regalar copias del viejo XP. Por otro lado, el hardware de los netbooks no está pensado para la alegría en el consumo de Windows Vista, como ya demostramos recientemente en MuyComputer.
En fin, que a pesar de la jubilación oficial, todavía le queda mucha vida a XP. Entre los usuarios de este blog son mayoría los que siguen usando el viejo sistema de Microsoft. Incluso yo, que me encanta estar a la última en software, mantengo el ordenador de casa con XP… porque no quiero problemas con los 1.001 un periféricos enchufados.
Seguro que cuando Microsoft nos invite a pasarnos a Windows 7 nos agarraremos a Vista como paradigma de la compatibilidad y la eficiencia. Y es que los usuarios somos así de raros.