Leo en MuyWindows que Microsoft acaba de presentar en el CTIA Wireless de las Vegas una nueva versión de Windows Mobile, la 6.1, que como principal novedad permite navegar por Internet como Dios manda, esto es, como en el PC de verdad, a toda pantalla, efecto lupa, y mucha interacción con el usuario. Claro que para sacarle todo el jugo hace falta una nueva generación de móviles con gran pantalla táctil que permita navegar sin estresarse. Vamos como el iPhone pero gobernados por el software móvil de Microsoft. Seguro que HTC no nos defrauda.
La verdad que es algo imprescindible. He usado durante más de un año -hasta que me hice con mi iPhone– móviles basados en Windows Mobile, la mayoria de HTC, y la verdad es que las mejores virtudes han sido su sincronización perfecta con Outlook (esto en el teléfono de Apple es a veces una lotería) y su paquete de aplicaciones ofimáticas, algo que por ahora la compañía de la manzana no nos ofrece. Pero navegar por Internet era una pesadilla, salvo que fuesen páginas adaptadas a móviles, las menos.
Da la sensación que en los últimos tiempos Microsoft va al rebufo y los que marcan la pauta son otros fabricantes. Todavía gobierna, de largo, en sistemas operativos y navegadores, aunque el goteo de usuarios que cambian de bando, mayoritariamente a Firefox, es cuanto menos alarmante. A Google no hay quien lo mueva del pedestal. En el terreno del hardware, tras el fracaso de Zune (el clónico del iPod), la banda de Bill Gates está enfrascada en una lucha titánica por el cetro de las consolas contra PlayStation 3 y la Wii, que mantiene gracias a su impresionante músculo financiero. A ver cómo acaba.
Y ahora en el terreno del móvil no lo tiene fácil frente al snobismo de Apple, las buenas sensaciones de Opera y la futura alternativa del Google Phone. Los que se van a beneficiar de toda esta competencia son los usuarios que van a tener dónde elegir.