He seguido telemáticamente el congreso de Periodismo Digital que se ha celebrado en Huesca esta semana. Interesante por muchos aspectos: por los ponentes de primera línea, por las propuestas atrevidas en el terreno de la televisión IP o por la imaginación de los nuevos servicios y funcionalidades que están configurando el periodismo en este arranque del siglo XXI.
Como dice Juan Varela, uno de los gurús de los nuevos medios que ha dejado su impronta en trabajos com ADN.es o Soitu.com, el periodismo ya no se divide entre medios digitales y tradicionales. Ya todos, aunque les pese algunos, son on-line. Sólo hay que mirar al otro lado del atlántico para ver cómo la web pesa tanto o más que el papel, incluso en los medios más tradicionales. Por no hablar de la participación social, del lector-usuario activo que, mal que les pese a algunos, tiene palabra, voz y voto en la medida que nos lee y sigue o no.
El gran problema, al que me he enfrentado durante muchos años de profesión en una redacción tradicional, es lograr el sueño del equipo único multidisciplinar, alimentado con periodistas multiterreno, que generen contenidos para el papel o la web; que escriban, editen vídeos o hagan fotos; que estén bien formados y que encima sean pasionales con su trabajo, incluso algo freekis. Este perfil, que desgraciadamente y salvo excepciones, sólo se encuentra en la gente joven, amamantada en el web, es el que buscamos en Total Publishing para hacer una propuesta moderna y original en el terreno de la tecnología. Seguiremos hablando